Meditando la existencia, buscando significado en la roca, transeúnte del camino a la salvación, difundiendo la verdad, peregrino en un mundo árido.
El Aprendiz (Cripto)
jueves, 16 de noviembre de 2023
La teoría Sistergica, Jacobo Grinberg
viernes, 26 de mayo de 2023
EL PROGRESO DEL PEREGRINO. JOHN BUNYAN.
Seria interesante preguntarnos ¿Qué es la vida para el cristiano?, ¿Cómo se percibe el hombre así mismo, en un mundo al cual es llamado a repudiar?. Johm Bunyan comienza esta historia con una frase que a mi parecer define perfectamente la condición o posición del hombre frente a este mundo, "caminando iba yo por el desierto de este mundo". Bunyan ve el mundo como un desierto, el mundo es un lugar árido e incapaz de saciar las necesidades espirituales del ser humano, o en este caso del cristiano. De esta forma comienza la historia, un hombre que no se identifica va caminando ensimismado y decide entrar a una cueva para tomar un descanso, en este descanso se queda dormido y comienza a soñar, es en este sueño donde Bunyan desarrolla su historia. Debemos recordar que John Bunyan escribió esta historia desde la cárcel, cuya obra luego se convertiría en una verdadera referencia para el mundo Cristiano.
En este caso, el narrador de la historia ve a un hombre en sus sueños. Un hombre vestido con harapos, que sobrellevaba una carga muy grande en sus hombros, sujetando en sus manos un libro o pergamino el cual lee con mucha curiosidad y denuedo, este libro le revela una verdad muy angustiante, tanto así que comienza a llorar hasta el punto de estremecerse, se quejaba de su condición. Parece que Cristiano (así seria identificado el resto de la historia) se había hecho consciente de su condena, de su perdición y comienza a hacerse preguntas, y la que lo impulsa a accionar es esta ¿Que he de hacer para ser salvo?.
Esta pregunta lo impulsa a tomar decisiones trascendentales en su vida, curiosamente luego de ello su primer conflicto lo sufre dentro de su familia, esto lo lleva a una separación absoluta de su esposas e hijos, Cristiano trata de convencerlos para buscar la salvación juntos, sin embargo la familia no hace más que burlarse. Lo que me lleva a pensar que el seguir a Jesús es una decisión muy personal, por mucho que ames a una persona este debe tomar la decisión por sí mismo. En muchas ocasiones luego de tomar una decisión que sin duda alguna transformara tu vida, esta causa confrontación, negación, y hasta una posición antagónica, sobretodo en nuestro entorno más cercano, en nuestro hogar, luego en nuestra comunidad y lo podemos ver cuando Cristiano sale de su casa para emprender un viaje en busca de la salvación, enseguida salen dos vecinos para frenar su impulso, misión que no es lograda por los sujetos.
Cristiano emprende un viaje que se asemeja a la vida, en este caso la vida cristiana para Bunyan es un caminar en Cristo, un caminar por un mundo que no tiene nada que ofrecernos que no sea más que la perdición, la condena eterna. Si bien todo parte de una decisión personal, y de un protagonista que en primera instancia parece superar su entorno más cercano con éxito, las tentaciones, las aflicciones y peligro durante el viaje no cesan. Bunyan toca temas como la importancia del compañerismo cristiano, la necesidad de permanecer firmes en el camino, ser pacientes a pesar de que el camino se ponga duro, pedregoso y te invite a fuerza de dificultades a abandonarlo, tener esperanza y creer en la salvación. En el camino, según Bunyan nos encontraremos con muchas cosas, hay quienes buscan recortar el camino, hay quienes se entregan a los placeres, otros evadirán sus responsabilidades, todos ellos te invitaran a seguirlos, y es allí donde tu firmeza debe ser la protagonista, el camino es uno y debe ser transitado de principio a fin.
En muchas ocasiones pensamos que la vida Cristiana nos aísla de las aflicciones de este mundo, sin embargo somos sometidos constantemente a pruebas, una tras otra, tentaciones, enfermedades, separaciones familiares, perdidas abrumadoras, la única diferencia que tenemos con un no creyente es que nuestras aflicciones la soportamos en Cristo, guardando siempre en nuestros corazones la esperanza de la eternidad. Parece que las aflicciones son necesarias en la vida cristiana, y es precisamente en medio de estas cuando más dudamos, cuando más somos quebrantados, y es cuando la oración debe acompañarnos más. La tempestad, la tribulación nos permite crecer, es donde se ejercita la fe, la paciencia y nos hace más perseverante.
¿Qué podemos hacer en un mundo que nos abruma?, John Bunyan en sus páginas finales nos dejas una serie de pasos que nos permiten estar alertas, "Rehuía no solo de mis pecados, sino también de mis compañeros de pecados, y me ocupaba en platicas religiosas, como orar, leer, llorar por mis pecados, hablar la verdad a mis vecinos". En este sentido Bunyan nos invita a estar consientes del pecado, a ser consientes de nuestra naturaleza pecaminosa y en medio de este conocimiento de nosotros mismos tomar medidas al respecto. "Pero ahora que veo mi debilidad y el pecado y el pecado mezclado en mis mejores acciones", conocernos a nosotros mismos es importante, nuestra condición sin Cristo nos revela una verdad angustiante, la misma verdad que llevo a Cristiano a hacer su viaje, la misma verdad que nos permite vernos débil y el pecado en nosotros, porque nuestro pecado habita hasta en aquellas acciones que creemos buenas, debemos indagar en nuestro corazón, en cada emoción, en cada pensamiento y vivir una vida en consonancia a Cristo, a pesar de toda aflicción.